martes, 27 de septiembre de 2016

¿Dónde se van los que fueron bendecidos?

 “…Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. Y los que comieron eran cinco mil hombres…” 

Donde van los que una vez recibieron las bendiciones de Dios, donde quedan las personas que fueron tocadas por el Señor, que palparon la Gloria del Padre, que fueron consolados por su Espíritu, que vieron a la paloma volar sobre el Hijo cuando el Padre hablaba desde el cielo, viendo con sus propios ojos el momento que los enfermos eran sanados, siendo testigos de las resurrecciones, recibiendo enseñanzas a través de sus palabras, donde quedan esos hombres y mujeres que alguna vez vivieron y fueron los que acompañaron sus pasos, cada vez que él se movía de un lado hacia otro, donde fue esa gente que oyó su voz audible, que no soñó, sino que fue realidad que lo vio, donde estaban cuando en el aposento alto se derramo el Espíritu Santo, porque no fueron cinco mil los que recibieron ese día, fue menos del diez por ciento. Así como en aquel tiempo, hoy en la actualidad es igual, muchos recibieron, pero ni siquiera la décima parte a quedado a darle las gracias.  Un pastor amigo hablaba conmigo diciéndome, que no me desanime, si todos los hermanos no se quedan a servirle, ya que todos aquellos que le siguieron a Jesús, no permanecieron hasta el final, la mayoría de ellos formaron parte de la multitud que le escupían burlándose y mofándose de él. De los diez leprosos solo uno volvió a agradecerle, y así también sucedió con sus discípulos, los que le dijeron que hasta su vida darían por él, le negaron, no sé qué es peor, si entregarlo, abandonarlo o negarlo. Pienso que ninguna de ellas es la mejor opción, Dios ha enviado a su hijo para que aquellos que crean en el sean salvos por gracia, quizá no hemos entendido la gracia aun en nuestras vidas, solo espero que no sea tarde para seguirle y pedirle perdón, por no haber estado allí, cuando le necesitaba, y no me daba cuenta que me alejaba de Él por mi orgullo, le negaba con mi vanagloria y lo crucificaba otra vez con mis actitudes. 


Domine, quo vadis? (1602) por Annibale Carracci


De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón en el año 64 comenzó una persecución contra los cristianos. Temeroso de que algo malo le pudiera suceder, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo Vadis, Domine?» (¿Adónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). . ¿Cuantas veces vamos a crucificar a Jesús con nuestras actitudes?, ¿lo pensaste alguna vez?, donde van los que fueron bendecidos por su gracia, donde quedan los que realmente son salvos. 

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