sábado, 1 de octubre de 2016

Verdadera obediencia

```Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;```

He. 5:7‭-‬8

Cristo el autor de la eterna salvación, aprendió a someterse a la voluntad del Padre, siendo Hijo, se sujeto a los designios de Dios, ```"ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas "```, cuanto de esto nos cuesta ofrecer a Dios cada día, ofrecemos nuestro mejor momento pero no el peor, le damos al Señor nuestra petición sin siquiera haber aprendido a clamar, la respuesta de Dios llega cuando clamamos, el profeta Jeremías clamó y Dios le respondió. Pablo dice a los Filipenses ```" sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego, con acciones de gracia"```  el arte de pedir no es tan sólo hablar dirigiendo palabras de demanda solicitando algo, es un momento donde nuestra alma debe clamar realmente. El salmita dice, ```"alma mía,  clama a Jehová"```, cuanto nos cuesta verdaderamente aprender a clamar con un corazón agradecido. Dios tiene que tratar con nuestras vidas muchas veces de una manera dura, si Cristo siendo Dios, aprendió obediencia, cuanto más nosotros. Ayudanos Señor a ser hijos agradecidos, que sepan clamar y obedecer.