Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
jueves, 29 de septiembre de 2016
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Sabiduria en el obrar..
"Bien has hecho con tu siervo,Oh Jehová, conforme a tu palabra.
Enséñame buen sentido y sabiduría,Porque tus mandamientos he creído"
Salmos 119:65,66
Esperanza en medio de la desesperacion
Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.
Salmos 71:14
¿Existe realmente la manera de tener esperanza en medio de la desesperacion?, ¿podemos seguir en pie en medio de una tormenta de problemas sin ver ninguna solución posible?
Pues si, en el verso anterior vemos la manera de poder mantener la esperanza en medio de una prueba. David ya siendo un anciano ora a Dios diciendo: "Mas yo esperaré siempre", una declaración de Fe ante Dios, no pone limites, ni requisitos, solo nace del corazón humillado ante el Señor, los problemas siempre traen una enseñanza a aquel que quiere aprender, solo el necio rechaza la enseñanza, pero en cambio el salmista no importándole su edad sigue aprendiendo cada día, y esa actitud le lleva mas y mas cerca de su hacedor. el verso 1 de este salmo dice; "En ti, oh Jehová, me he refugiado", lo importante no es que tanto podemos soportar, sino donde estamos parados. Dios siempre trato por todos los medios de darnos refugio , pero nuestra obstinación nos alejaba mas de El, el único lugar seguro donde podemos estar es en su presencia, no hay lugar mejor. y de eso estaba muy seguro el autor de los salmos, solo en El podemos encontrar esperanza, ¿pero como podemos permanecer bajo su refugio? "El que habita bajo el abrigo del Altísimo, morara bajo la sombra del Omnipotente", habitar en un lugar, es hacer de ese lugar nuestro hogar, el salmo 71:14 dice "Y te alabare mas y mas", siempre que su pueblo alabo a Dios, El le daba la victoria, solo alabando a Dios estamos seguros, recibimos consuelo, esperanza, nuestra Fe se fortalece, y los problemas se dispersar delante de la presencia del Señor, solo en El podemos estar confiados, sus sendas son sendas de justicia, camino de seguridad, Jesús es el camino, y solo por el podemos entrar. "En su presencia, hay plenitud de gozo, delicias a su diestra para siempre"Salmos 16:11.
Entonces resumimos que hay una manera de tener esperanza en medio de la desesperacion... solo en Cristo, que me fortalece.
Dios te bendiga ricamente, Pastor: Roberto De Los Santos
martes, 27 de septiembre de 2016
Pueblo sin conocimiento …es destinado al fracaso
Pueblo
sin conocimiento
…es destinado al fracaso
“… os echarán mano, y os
perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis
llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será
ocasión para dar testimonio. Proponed en vuestros corazones no pensar antes
cómo habéis de responder en vuestra defensa; porque yo os daré palabra y
sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se
opongan. Mas seréis entregados aun por
vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros;
y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.”
Lucas 21:12-19 RVR1960
Por qué muchos cristianos no crecen espiritualmente, o deciden
apartarse del camino santo de la libertad, para volverse nuevamente a
esclavitud, en virtud de los problemas que han tenido desde que decidieron
aceptar al Señor en sus corazones.
“…¿quién
os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo
fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?”
Gálatas.
3:1 RVR1960
Quien os engaño con palabras persuasivas
para que no creáis en Dios, la verdad os hará libres, pues os digo que nada será
fácil desde que aceptaron al Cristo en vuestros corazones, sino que el que te
dice tu eres mío, ha puesto a la serpiente en enemistad contigo, así que ya no corréis
como el mundo, pues estas en contra de él, porque la amistad con el mundo es
enemistad con Dios, pues todo aquel que hace lo malo delante de Dios, es
juzgado por sus obras, mientras estemos en comunión con Él, Él nos cuida y nos
guarda del maligno, quien nos busca en todo momento para destruirnos. Así como
la serpiente antigua engaño al hombre, de la misma manera os engañará si
quedáis en ignorancia a cerca de las escrituras, pues no en vano dice el Señor;
“sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mí,
porque donde está su corazón ahí está vuestro tesoro, buscáis en las cosas de
arriba, pues yo doy el verdadero pan del cielo, el que no perece, quien os
fascinó la mente para que no creáis. Los profetas dijeron; el pueblo pereció
porque le faltó sabiduría y ¿quién da la verdadera sabiduría?” Pues el Señor mismo es que creo al hombre
y el mismo da la sabiduría para que le crea, ¿pero en verdad le crees después
que habéis padecido? Pues os digo que si parecéis haciendo el bien y morir por
ello, es mucho mejor que morir habiendo hecho lo malo ante Dios, pues
nuevamente el Señor dice; “busca primeramente el Reino de los
cielos y las demás cosas vendrán por añadidura, os digo una vez más, el que
cree, y hace las obras que yo le mando, ese es verdaderamente mi discípulo pero
si creéis solamente y no las hacéis, le comparare con aquel que edifico sobre
arena, su edificación vino a ser grande
ruina y todo lo perdió, más os digo una vez más, haced tesoros en los cielos
donde el orín y la polilla no corrompen, haced los tesoros en el cielo donde
esta Cristo sentado a mi diestra, entrad a mi Reino y habitad en él, aunque estéis en el mundo,
no sois de él, pues aunque vivís en el mundo, no estaréis para siempre en él,
porque habéis resucitado con Cristo, habiendo huido de la corrupción, no os
volváis otra vez a la antigua naturaleza, sino transformados por medio de la
renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual es mi voluntad,
agradable y perfecta”.
Sin conocimiento pereceremos como la hierba con el sol abrasador, pero si
tenemos comunión con Él, Él nos da entendimiento y comprensión para que cuando
llegue la prueba nos encuentre preparados, para presentar defensa ante todo lo
que nos demande la razón de nuestra esperanza. Estando preparados siempre en
toda palabra y en todo conocimiento pues si recibimos al Señor también hemos
recibido su palabra pues Cristo es el verbo y el verbo es Dios. De modo que, si
alguien te dijo que el evangelio es la salida a todo problema que tengas aquí
en la vida, déjame informarte que no es así, de otra manera el evangelio ya
estaría en la vida de toda la humanidad, la mala información dada a los que
recibieron a Dios, hace muchas veces que el cristiano se aparte, porque espera
la promesa dada por el hombre, y no la que Jesús nos da, “En
el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo”. Nuestra confianza debe estar en
Dios y en su Hijo Jesucristo, el problema es que no confiamos en lo que no
vemos, porque nos falta la Fe, la Fe es creer en lo que no se ve, y la certeza
plena de lo que se espera, en otras palabras; “es tomar aquello que se nos dio,
sin esperar que llegue, pues ya está en nuestras manos”. ¿Qué estas esperando
para creerle a Dios?
Te animo a que le conozcas al Señor
profundamente, en oración, en intimidad y en su palabra fiel, que nos lleva a
todo conocimiento y a toda verdad, su palabra es verdad.
Instrúyete en cada momento poniendo por
obra cada palabra del Señor, no seas solo oidor de la palabra sino hacer de la
misma.
- Decir: es ayudar a saber
- Enseñar: es ayudar a saber y a creer
- Instruir o Educar: es ayudar a saber, a creer y hacer.
“…hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto,
a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el
cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor”. Efesios 4:13-16
Su servidor en Cristo
pastor Roberto De Los Santos
¿Fidelidad o Bondad?
¿Está
bien decir que Dios es fiel, cuando recibimos alguna bendición?, ¿está bien
atribuir la fidelidad de Dios, con nuestros crecimientos económicos?
Uno
de los atributos de Dios por el cual su palabra es firme y no hay variación, es
su fidelidad, su fidelidad es parte de su inmutabilidad, es su naturaleza que
Él sea así, por más que quiera él no puede volverse atrás, pero que mueve a que
Dios para que conceda las peticiones de nuestro corazón, ¿es su fidelidad o su
bondad?
Estamos
muy acostumbrados a atribuir las bendiciones a su fidelidad, ¿pero somos
capaces también de atribuirle nuestras desgracias?, ¿Por qué?
Cuando
decimos que Dios es Fiel, siempre pensamos en las cosas buenas que Dios nos
puede dar, en cambio Job, en medio de su calamidad, no dejo fuera a Dios cuando
se trató de darle la responsabilidad de lo que le estaba ocurriendo, vemos que
este varón, era justo delante de Dios, ¿puede pagar de esa manera el Señor a
los que le sirven de la manera que le servía Job?, siempre vemos las pruebas
como una especie de corrección o castigo para nosotros, pero a pesar de todo
Dios sigue siendo Fiel.
Vemos
en las escrituras que las promesas son para los que cumplen los estatutos que
Él estableció, pero también para los que no obedecen, en cierta manera todos
tenemos un pago por nuestras acciones, pero en aquel que es fiel delante de Él,
se muestra bondadoso y le da un lugar especial en su reino;
- “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. Salmos 101:6.
Vemos
que las bendiciones no provienen directamente de su Fidelidad, sino que muestra
su bondad directamente por su fidelidad, esto es, porque su palabra es Fiel, y
a través de ella nosotros comprendemos esa fidelidad.
Ahora
bien, si entendemos que Dios es Fiel por su naturaleza, por Ej. “No puede mentir, no puede volverse atrás,
no puede cambiar su carácter como nosotros dependiendo de las circunstancias”
entonces nos damos cuenta que las bendiciones provenientes de Él no tienen que
ver con su fidelidad, sino más bien por su bondad y misericordia. Porque
llegamos a esta conclusión, ya que en su carácter es inmutable, quiere decir
que Él no se mueve por emociones, o sea que no recibimos las cosas porque Dios
tubo carga de conciencia y nos quería recompensar, no se trata de que Dios
estaba en su mejor día y decidió darnos aquello que tanto le pedíamos, sino que
depende directamente de nuestra fidelidad que recibamos justa retribución, y
cuando decimos Justa, significa que por su justicia recibimos lo que recibimos,
sea bueno o malo.
Cuando decimos Dios es Fiel
¿qué estamos diciendo en
realidad?
Dice
el apóstol Santiago;
- “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Santiago 4:2-3
En
el verso anterior marque la palabra deleites, que es la palabra griega ἡδοναῖς “Hedone” que se traduce a la palabra “placeres” en Lucas 8:14, el Señor Jesús habla
claramente, en la parábola del sembrador, que este tipo de personas no llevan
frutos. Dios bendice cuando aquel que le sirve, se ve beneficiado de alguna
manera para crecer en la gracia y obra de Dios y no solamente en lo personal y
egoísta; o dicho de otra manera, para
satisfacer los placeres propios de la carne. Santiago comienza diciendo en
el verso 1 “¿De donde vienen las guerras?”, nuestro cuerpo interno combate
diariamente con nuestro carácter, temperamento, ansiedades, afanes y placeres
que son el motivo por el cual muchas veces pedimos cosas a Dios, y si la
recibimos decimos; ¡que Fiel es Dios!
Cuando
en realidad su fidelidad, se manifiesta cuando nuestra vida es cambiada por su
palabra entendiendo lo que dice Santiago en el verso 2 y 3, en cambio cuando
comprendemos el verdadero significado y lo aplicamos a nuestra vida, poniendo
por obra y renovándonos en nuestros pensamientos y deseos, comenzamos a ver de
otra manera su fidelidad, y ahí atribuimos a todo lo que nos pase, sea bueno o
no, como dice en Romanos 8:28;
- “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
Tu
eres llamado de Dios, estas en sus propósitos, ¿cómo pues aun no entendiste
esto?, su fidelidad es atribuida al llamado de Dios y no a sus obras, Dios no
deja de ser fiel por no darte aquello que le pediste.
Dios
es Fiel en su naturaleza y eso no lo cambiamos por pensar otra cosa, sino que Él
es Fiel y por eso mismo le creemos, por eso mismo le adoramos y servimos,
aunque no tenga lo que quiero, pero tengo lo que necesito que según la justicia
de Dios he recibido;
- “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad” Hebreos 2:1-4
Su
palabra es Fiel y verdadera, dos atributos de Dios, dos motivos por el cual Dios
es digno de confianza, ahora podemos decir con propiedad que Dios es Fiel
porque su palabra es fiel, y me dio la oportunidad a través de su inmensa Misericordia
de servirle, ser su siervo para siempre, y por lo tanto recibiré en su Bondad
todo aquello que crea mejor para mí, sea bueno o no, porque Él es Fiel, y sé,
que aquello que me da, es lo mejor que necesito.
- “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas;
Mantenme
del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es
Jehová?
O
que, siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios” Proverbios 30:8-9
Dios es Fiel porque se comprometió a
cuidarnos y guiarnos conforme a su voluntad, para darnos el mejor fin; “LA VIDA
ETERNA”. Si eres bendecido de Dios, acuérdate que su Misericordia y Bondad se
merecen nuestra fidelidad. De modo que, si has recibido una bendición de Dios,
dile; porque grande es tu misericordia y tu bondad. Por tanto;
- “Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya” Salmos 117
Su Fidelidad es nuestra ancla, en la que
podemos estar completamente seguros, de que no nos dejara a la deriva, es
nuestra guía para enfocarnos nuevamente en sus caminos, es digna de plena confianza
y capaz de manifestar la Misericordia, y por ella recibirnos
en nuestra condición impura y limpiarnos, y así darnos de su Bondad
infinita, la gracia inmerecida, que necesitamos; este es nuestro supremo llamamiento,
nuestra Salvación. Que la Paz sea a su pueblo Israel para siempre y sobre sus hijos, y la Gloria, Honra y Poder eternamente a nuestro Dios.
Atentamente Pastor: Roberto De Los Santos
Somos Templo de Dios
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 6:19-20
Romanos 15:13
¿Dónde se van los que fueron bendecidos?
“…Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron. Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. Y los que comieron eran cinco mil hombres…”
Donde van los que una vez recibieron las bendiciones de Dios, donde quedan las personas que fueron tocadas por el Señor, que palparon la Gloria del Padre, que fueron consolados por su Espíritu, que vieron a la paloma volar sobre el Hijo cuando el Padre hablaba desde el cielo, viendo con sus propios ojos el momento que los enfermos eran sanados, siendo testigos de las resurrecciones, recibiendo enseñanzas a través de sus palabras, donde quedan esos hombres y mujeres que alguna vez vivieron y fueron los que acompañaron sus pasos, cada vez que él se movía de un lado hacia otro, donde fue esa gente que oyó su voz audible, que no soñó, sino que fue realidad que lo vio, donde estaban cuando en el aposento alto se derramo el Espíritu Santo, porque no fueron cinco mil los que recibieron ese día, fue menos del diez por ciento. Así como en aquel tiempo, hoy en la actualidad es igual, muchos recibieron, pero ni siquiera la décima parte a quedado a darle las gracias. Un pastor amigo hablaba conmigo diciéndome, que no me desanime, si todos los hermanos no se quedan a servirle, ya que todos aquellos que le siguieron a Jesús, no permanecieron hasta el final, la mayoría de ellos formaron parte de la multitud que le escupían burlándose y mofándose de él. De los diez leprosos solo uno volvió a agradecerle, y así también sucedió con sus discípulos, los que le dijeron que hasta su vida darían por él, le negaron, no sé qué es peor, si entregarlo, abandonarlo o negarlo. Pienso que ninguna de ellas es la mejor opción, Dios ha enviado a su hijo para que aquellos que crean en el sean salvos por gracia, quizá no hemos entendido la gracia aun en nuestras vidas, solo espero que no sea tarde para seguirle y pedirle perdón, por no haber estado allí, cuando le necesitaba, y no me daba cuenta que me alejaba de Él por mi orgullo, le negaba con mi vanagloria y lo crucificaba otra vez con mis actitudes.
De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón en el año 64 comenzó una persecución contra los cristianos. Temeroso de que algo malo le pudiera suceder, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo Vadis, Domine?» (¿Adónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). . ¿Cuantas veces vamos a crucificar a Jesús con nuestras actitudes?, ¿lo pensaste alguna vez?, donde van los que fueron bendecidos por su gracia, donde quedan los que realmente son salvos.
Donde van los que una vez recibieron las bendiciones de Dios, donde quedan las personas que fueron tocadas por el Señor, que palparon la Gloria del Padre, que fueron consolados por su Espíritu, que vieron a la paloma volar sobre el Hijo cuando el Padre hablaba desde el cielo, viendo con sus propios ojos el momento que los enfermos eran sanados, siendo testigos de las resurrecciones, recibiendo enseñanzas a través de sus palabras, donde quedan esos hombres y mujeres que alguna vez vivieron y fueron los que acompañaron sus pasos, cada vez que él se movía de un lado hacia otro, donde fue esa gente que oyó su voz audible, que no soñó, sino que fue realidad que lo vio, donde estaban cuando en el aposento alto se derramo el Espíritu Santo, porque no fueron cinco mil los que recibieron ese día, fue menos del diez por ciento. Así como en aquel tiempo, hoy en la actualidad es igual, muchos recibieron, pero ni siquiera la décima parte a quedado a darle las gracias. Un pastor amigo hablaba conmigo diciéndome, que no me desanime, si todos los hermanos no se quedan a servirle, ya que todos aquellos que le siguieron a Jesús, no permanecieron hasta el final, la mayoría de ellos formaron parte de la multitud que le escupían burlándose y mofándose de él. De los diez leprosos solo uno volvió a agradecerle, y así también sucedió con sus discípulos, los que le dijeron que hasta su vida darían por él, le negaron, no sé qué es peor, si entregarlo, abandonarlo o negarlo. Pienso que ninguna de ellas es la mejor opción, Dios ha enviado a su hijo para que aquellos que crean en el sean salvos por gracia, quizá no hemos entendido la gracia aun en nuestras vidas, solo espero que no sea tarde para seguirle y pedirle perdón, por no haber estado allí, cuando le necesitaba, y no me daba cuenta que me alejaba de Él por mi orgullo, le negaba con mi vanagloria y lo crucificaba otra vez con mis actitudes.
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Domine, quo vadis? (1602) por Annibale Carracci |
De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón en el año 64 comenzó una persecución contra los cristianos. Temeroso de que algo malo le pudiera suceder, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo Vadis, Domine?» (¿Adónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). . ¿Cuantas veces vamos a crucificar a Jesús con nuestras actitudes?, ¿lo pensaste alguna vez?, donde van los que fueron bendecidos por su gracia, donde quedan los que realmente son salvos.
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